Antes de nada aclarar que quien escribe esto no es Alex Sereno.
No soy amgio de estereotipos, pero hoy, amigos y amigas, hablaremos de algo que no lo es. ¿Pues vaya mierda de intro que me he currado no? noooo calma, quiero exponer un tema que puede considerarse un estereotipo, quizá por gente ignorante o poco conocedora del ser humano. En mi caso y el de muchos colegas, sabios... ebrios... el tema del que trataremos es una verdad universal, quizá sea el origen del ser humano como tal, de las leyes físicas elementales... qué manera más sencilla de exponerlo que con un ejemplo:
-Hoy me he apuntado a clase de cocina.
-Mira tú que bien.
-Si, la da una tipa que curra en Berasategi.
-Mira tu qué bien. ¿Está buena?
Otro ejemplo, que quizá este no sea suficientemente claro:
-Me he cruzado con un bautizo en la iglesia de la calle Matia.
-Mira tú que bien.
-Pues casi la lío, me he tropezado con la madre y casi se le cae el churumbel al suelo.
-Mira tú qué bien. ¿Estaba buena?
No hay más. En cuanto le cuentas una historia a un ser humano con pito, si en ella aparece un ser humano con pepitilla, al ser pitudo se le dispara un resorte biológico por el cual todo su organismo se altera hasta no saciar una duda terrible.
Milenios de socialización han conseguido retrasar la pregunta, quizá en algunos casos sepultarla entre conversación intrascendente, pero ese mal que atenaza el corazón sigue ahí... ¿Está buena?
Tu te estas montando tu imagen mental de la historia, y no tiene nada que ver si la personaje en cuestión es una bombona de butano con un par de dientes pegados o una tia buena, por lo que es un necesidad el disponer de semejante información... por no hablar de la solidaridad masculina. Iba llamar a lo siguiente ejemplo, pero mejor lo llamaremos dogma.
-Y entonces me dijo la tipa que...
-espera espera... pero estaba buena?
-Estaba muy buena.
-Qué cabrón.
Qué cabrón (esto es una aclaración para los seres con pepitilla) es la expresión que usamos los seres pitudos para mostrar alegría por el prójimo, siempre arrastra cierta connotación de envidia, pero una envidia sana. Es una alegría compartida que aporta optimismo al ser pitudo.
La lección de hoy termina aquí, sencilla y escueta. Para mañana leedme por favor de la página 56 a la 90, trata del axioma 2 del ser pitudo, que no por ello menos importante:
"¿Te la cincelaste?"
1 comentario:
Qué interesante lección...
La verdad es que si, las pepitillas ya sabemos un poco de qué vais los pitudos. Y lo de qué cabron jajjaa..también lo sabíamos pero gracias por la aclaración.
Me rei mucho con tu blo, lástima que no tengas opción para hacerse seguidor.
Bicos
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