12 junio 2012

Caracoles pobres, pelos míos y urinarios novedosos.

Como últimamente no hago nada remarcable pero echo mucho de menos escribir pues voy a hacer un compendio de cosillas variadas.
Y hablando de compendios... ¿Qué bien me la he puesto, eh? Oye, falta práctica y no tengo el celebro para mucho malabares ahora mismo.
Pues ya he dado el pistoletazo de salida a mi primer album a la venta. Pistoletazo de salida a hacerlo, que todavía no tengo nada, pero al menos ya tengo todo el tema legal listo y la distribuidora apalabrada. Mi primer album... quién me lo iba a decir, bueno primero no es, pero si es el primero en solitario... ¿grandes arias? ¿habaneras? ¿flocloradas? nop, cuentos infantiles, tócate un huevo.
Después de haber lanzado una serie de globos sonda por estos mundos de Dios, he visto que lo que más ha triunfado son los cuentos para niños. Así que cual putilla me vendo al mejor postor. Cincuenta y cuatro mil descargas (80% en Mexico!!) frente a unos míseros miles en los relatos para adultos (con adultos no digo que sean textos cochinos, sino que no son para niños) han decidido que así sea. Así que voy a juntar unos ocho o diez cuentos, grabarlos con mucho mimo y calidad y ver qué pasa.
Hablando con un locutor reconocido estábamos de acuerdo en lo poco desarrollado que está el mundo del audiolibro en España. Tamos de acuerdo. Sin embargo tras mucho investigar y escuchar he llegado  a una conclusión: la gente en España no compra audiolibros porque el 90% de los audiolibros en castellano son una mierda que te cagas.
Será la pescadilla que se muerde la cola, si no se vende pues no se invierte en hacer productos de calidad, por lo que se siguen grabando productos cochambrosos que compran cuatro gatos.
En cierto modo eso me llenó de alegría, ya que vi que había mucho material a la venta, supuestamente profesional, con una calidad peor de la que yo podría conseguir en la actualidad. Hasta ahora he estado grabando cuentos para ser distribuídos gratuitamente. Algunos mejor y otros peor, pero al menos un par tienen una calidad más que aceptable, y los que no al menos me han servido para aprender.
Así que mi idea es hacer unas grabaciones güenas güenas, con la idea de que ni de coña voy a recuperar el tiempo invertido, pero que lo que salga sea lo mejor que pueda hacer.
¿Y qué entiendo por algo güeno? quizá esté equivocado, pero en estoy soy inflexible, tengo una imagen muy clara y detallada y cuando más consiga acercarme a ella más exitoso consideraré el resultado.
Un referente muy claro que tengo es "El planeta imaginario". ¿Te acuerdas de aquel programa? yo no, no tengo ni puta idea de qué iba, sólo que comenzaba un arabesco de Debussy tocado con instrumentos extraños y que todas aquellas imágenes parecían salidas de la imaginación de algún desequilibrado. Jamás he vuelto a tener esa ensalada de sensaciones ante otra cosa, de verdad: miedo (porque acojonaba, no lo vamos a negar), fascinación, curiosidad, duda de si lo que estoy viendo es real, extraño sentimiento de culpa por disfrutar de algo que parece ser grotesco, vergüenza por observar las intimidades mentales de otro y a veces las mías propias... y todo eso siendo un moco. No sé de qué manera, pero fijo que ese programa ha dejado alguna huella. No sé cómo es esa huella, pero lo que sé es que tal como se grabó así quedará a perpetuidad, ya que es ponerme la entradilla del programa y todas esas sensaciones vuelven fresquitas como el primer día.
Y eso es lo que yo quiero. En primer lugar no me gusta el que se haga el chorra con la excusa de que es para un niño. Yo cuando era pequeño tenía un exagerado sentimiento de la vergüenza ajena, la entendía como mía y realmente sufría con ella. Así que cuando alguien me hablaba haciendo cucamonas me sentía fatal conmigo mismo. A un niño se le habla como a una persona que es... a ver, no le vas a tratar de señor pero desde luego no hablarle como al perro (aunque también me da mucha vergüenza ajena cuando alguien le habla a un perro como a su cosita chiquitita bonita ay ay ayyyyy, pero ese es otro tema). Así como la música era el hilo conductor de las ideas en el programa, y considero que en mi vida también ha sido muy importante y enriquecedora, me parece imprescindible que las narraciones se acompañen de unas excelentes músicas. ¿Por qué no? Cada vez que escucho un cuento acompañado de trompetines y organillos de gitano mi corazón muere un poquito. La voz tiene que ser suficiente para transmitir todas las emociones, pero una música apropiada da dinamismo y refuerza enormemente todo aquello que puedas decir. Es cierto que hay grabaciones mediocres que se salvan gracias a una excelente música, pero desde luego para el album que se pondrá a la venta eso no sucederá.
Personajes si, no... esto es una decisión muy personal. En el mundo de la locución hay gente que te hace 10 personajes distintos, que si el niño, el viejo, Chiquito de la Calzada... yo no soy buen imitador, y sinceramente no lo quiero ser. Mis ídolos entre los actores de voz son Salvador Vidal y Antonio Esquivias (que es escucharlos y me toco, grrr) y son voces perfectas, una voz perfecta y no hace falta más (como si fuera poco) en algún punto del camino me quedaré, pero ese es mi clara dirección de crecimiento. Por lo tanto aunque hago un poco el mono en lo cuentos no quiero caer en el hacer muchos personajes totalmente distintos y con vida propia, prefiero que sea la interpretación la que identifique a los personajes... un ejemplo de esto:
En clases de doblaje estábamos haciendo unas prueba y doblé a una tipa. El profe quería que me tomase todo el tiempo del mundo hasta que realmente hiciese el texto mío y la interpretación fuese lo mejor posible. Pues de todas las grabaciones que hicimos en el curso aquella fue la mejor, era un texto muy dramático, pero cuando la interpretación realmente casa con lo que se busca la voz se pegaba perfectamente al personaje. Es curioso pero mi voz de bajo parecía salir de la boca de aquella buenorra (que lo estaba) y uno se olvidaba totalmente de ello al escuchar al personaje. Bueno, pues esa es la idea, si se logra una interpretación acorde a lo que se cuenta no es necesario tanto malabarismo.
Y finalmente el trabajo de edición y procesado. Pues lo mismo que lo dicho hasta ahora, hay gente que hace unas chapuzas que no veas, ¿quizá el niño no lo vaya a notar? no sabría que decir, sinceramente creo que sí. Es como escuchar a un DJ bueno o a un pinchadiscos de barrio, pues lo mismo, uno pone la música y baja el volumen con la ruedica para decir por el micro "Oeeeeee, ese Tordesillaaaaaaas" y otro crea música utilizando como materia prima más música.
Esto es lo que entiendo por algo güeno, igual me viene un entendido y me dice que no, que todo eso es mierda y que un niño lo que necesita es que le hagas el mono y que escuche trompetillas. Pues bueno, yo tengo clara mi imagen. Igual lo que quiero no es que un niño aprenda cosas sino que me tenga presente en sus sueños extraños, así como "Planeta imaginario" está en los míos.



Otro día cuento lo de los caracoles y eso...


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