Todo el mundo sabe cómo hacer ciertas cosas bien… pero eso no quiere decir que hagamos bien esas cosas… ¿por qué? Quién sabe… pereza, miedo, inseguridad… realmente creo que todo se reduce a miedo, pero manifestado con diferentes caras, cada cual que saque sus conclusiones.
Pregunta a quien quieras cuántos amigos tiene… -pues x- pregunta de esos x cuántos son amigos verdaderos; la respuesta suele ser casi siempre la misma: que se pueden contar con los dedos de una mano… ¿por qué? ¿por qué tanto desfase? No tiene ningún sentido…
Durante mucho tiempo me he negado a tener más amigos, me parecía un poco absurdo el conocer cientos de personas pero no disfrutar de nadie, consideraba que era mejor dedicar todo mi esfuerzo y tiempo a mi gente cercana… sin embargo el número de amigos verdaderos entre esa gente cercana no crecía… se ha mantenido estacionario muchísimos años y ha sido desde un cambio de mentalidad cuando he empezado a cambiar también mis amistades.
No soy amigo de recetarios, pero estas son las ideas que tengo en la cabeza y que me han ayudado a transformar algunos “amigos comunes” en “amigos verdaderos”, si a alguien pudiera ayudarle me parecería genial… aunque tampoco soy muy amigo del intentar mostrar algo a través de vivencias propias, entiendo que cada uno tiene que vivir las suyas.
En primer lugar es algo que tiene que hacer y provocar uno mismo… sí es cierto que a veces situaciones en la vida te van acercando o alejando más a una persona… pero eso no significa que la relación sea más o menos verdadera. Es lo mismo que para una relación sentimental, puedes dejar que las cosas discurran empujadas por el viento, o ser tú quien tome las riendas, personalmente prefiero ser yo quien dirija mi vida en vez del azar.
Un amigo común es reciclable. El que tengas una amistad de cierto tipo no significa que sea inamovible. Puede haber sido de cierta forma durante más de diez años y de un día para otro transformarse. Lo mismo con un familiar, una antigua pareja, un conocido, un vecino, un compañero de curro…
El pensar que los amigos verdaderos se cuentan con los dedos de una mano no debe ser un freno para nada, no tiene por qué ser cierto. No hace falta compartir innumerables horas todos los días con alguien para que la relación sea verdadera… por lo que no hay motivo alguno para que uno sólo pueda tener un par de amigos verdaderos.
Y ahora, desde mi experiencia, las cosas que he hecho para transformar algunas de mis amistades:
Ser absolutamente sincero. El problema de esto es que requiere un paso previo, que es el ser absolutamente sincero con uno mismo… es más, en mi opinión no es posible el tener una amistad verdadera sin este paso previo, al igual que uno no puede ser respetado si no se respeta a sí mismo. El ser sincero significa, entre otras cosas, mostrar todas las vulnerabilidades que uno tiene, los miedos, las ansias, todas esas ideas que se alejan de la normalidad y que, por esa misma caracteristica, no solemos expresar. Una vez que uno muestra su interior, de forma automática, se obtiene una respuesta similar en la que el otro también baja la guardia y muestra su parte. Como normalmente los miedos son los mismos con diferente apariencia es muy fácil empatizar y hacer tuyos sus sentimientos, del mismo modo que el otro hace lo propio. Plantada esa semilla, el resto es simplemente dejarlo fluir de forma natural, simpre no perdiendo de vista la sinceridad y no teniendo miedo a meterte dentro de otra persona o que entren en ti.
La falsa modestia es mentir, así que no debería existir entre amigos. Si estás orgulloso de algo, intentar decirlo de forma esquiva es algo bastante ruín. ¿Qué hay de malo en reconocer lo bueno que tiene uno? ¿Y lo malo?
Es muy importante ser atento. No sabemos cuándo nos van a necesitar por lo que hay que estar siempre vigilante y tanteando, es eso lo que nos gustaría que hicieran nuestros amigos así que, una vez identificados los sentimientos ajenos como propios, lo natural es cuidarlos del mismo modo en que se cuida uno mismo. Si estamos esperando el que se nos pida ayuda para actuar lo más probable es que lleguemos siempre demasiado tarde.
No tener miedo a pedir ayuda. Personalmente he pedido ayuda, incluso de forma explícita, a mucha gente, algunos casi desconocidos. Desde el suelo hay gente que me ha cogido la mano y me ha levantado, y gente que me ha mirado y ha pasado de largo… es algo que no olvidaré jamás. Quizá fue lo que me haya ayudado a decidir hacer a ciertas personas amigos de verdad, y a otros vetarlos de mi vida.
Siguiendo el hilo, es imprescindible ser consciente de la importancia de uno mismo, ninguna amistad vale más que uno mismo, ninguna amistad verdadera compromete la integridad de uno mismo. Por ese motivo si alguien ha de ser expulsado de por vida no hay que dudar en hacerlo, del mismo modo que si alguien totalmente distinto a ti, con quien no compartes ideas ni valores, te demuestra una amistad verdadera, sincera, respetuosa… es alguien a quien deberías considerar un amigo. Una de las personas que hoy considero realmente un amigo y que más me han ayudado a ordenar y priorizar mis ideas es un fulano absolutamente distinto a mí, en todo, ni siquiera me caía bien hace tiempo… sin embargo una sinceridad absoluta, empatía, lucidez… me han ayudado enormemente. Ese tipo tiene un amigo verdadero en mi para toda la vida.
No tener miedo a hacer cosas raras. ¿Qué cosas son raras? ¿Las cosas que no hace otra gente? ¿Explorar una región inexplorada es hacer cosas raras? ¿Utilizar formas geométricas en retratos y paisajes cuando antes nadie lo ha hecho es hacer cosas raras? Por reducción al absurdo piensa en que no hacerlas es mentir, y mientiendo uno no puede ser sincero con uno mismo y, por extensión, con los demás.
Como ejemplo recordar a un amigo verdadero que ya no tengo a mi lado. En el festival de cine de terror, al cual éramos incondicionales, en alguna peli se dormía apoyando la cabeza sobre mí, o me cogía la mano como haría una pareja... yo la verdad es que me sentía un poco incómodo pero al tiempo lo entendí como la señal de amistad que era. Por supuesto que era algo "raro" ¿y qué? precisamente es algo que hoy echo muchísimo de menos... ¿por qué habría de guardárselo? ¿para evitar que algún desconocido pensara que éramos maricas? me alegro muchísimo de que eso no le hubiera condicionado entonces... habría sido muy triste.
Disfruta la amistad. Saboréala y goza de ella exprimiendo cada uno de los múltiples frutos que da. Sin apego, sin temporalidad, sin pensar en que en el futuro pueda cambiar o perderse y sé atento en buscar el mismo gozo en el otro.
Desentrañar una persona es algo increíble. Hace muchos años intenté tranformar mis amistades pero no lo pude conseguir ya que no había hecho el trabajo previo de sincerarme conmigo mismo, no lo quería hacer por miedo a lo que me podía encontrar y, además, no lo consideraba necesario. Sin embargo sí hice cierto esfuerzo en componer a determinados amigos de principio a fin, todas sus vivencias, sus anhelos… todo, y, por estúpido que suene, me sorprendí descubriendo a personas con tanta complejidad y profundidad como uno mismo… es obvio, sin embargo al entender de ese modo a otra persona la sensación es abrumadora… el salir a la calle y ver en la acera a decenas de personas, pensar en toda esa complejidad multiplicada por veinte, por cien mil, por siete mil millones la sensación es de vértigo absoluto. Mi reacción entonces fue la de centrarme en los dos que tenía a mano y olvidarme del resto, ya que, simplemente esos dos, podrían llevarme perfectamente una vida.
Hoy me gustaría desentrañar más de dos, no sé cuántos prodrían ser, tampoco pienso en una carrera… creo que lo propio es dar una oportunidad a todo tu mundo, una oportunidad de reciclaje, algunas amistades cambiarán, otras se mantendrán igual y, espero que las menos, serán deshechadas. Y cada nueva amistad tratarla del mismo modo, dándole la oportunidad de ser verdadera… ¿por qué no?
4 comentarios:
Carai, tío...
Parece que has tenido un "buen viaje"... y te lo digo muy en serio; me refiero a un largo (bueno, tal vez unos pocos añitos...je,je) y seguramente duro caminar por la vida, en el que te has ido vaciando de muchas cosas y llenado de experiencia auténtica: de la sabiduría de la sencillez, de ir encontrándose a uno mismo y la libertad de la autoaceptación y la sinceridad... Y además lo expresas muy bien, lo cual ayuda a otros (como yo, por ejemplo) a identificarse un poco más y a sentirse menos solos en esta búsqueda que es la vida.
Estás hecho un filósofo, Álex!! Y de los buenos, de la vida cotidiana!! :D Pero tú no estabas con alguna ingeniería?? (aunque ciertamente una cosa no quita la otra...)
En fin, un abrazo, meu.
muchas gracis por tu comentario me has hecho el dia un deso ojala sigamos en contacto.
Uno de nosotros:
La amistad se construye, jode a veces construirla, pero vale la pena.
"me cogía la mano como haría una pareja... yo la verdad es que me sentía un poco incómodo pero al tiempo lo entendí como la señal de amistad que era. Por supuesto que era algo "raro" ¿y qué? precisamente es algo que hoy echo muchísimo de menos... ¿por qué habría de guardárselo? ¿para evitar que algún desconocido pensara que éramos maricas? me alegro muchísimo de que eso no le hubiera condicionado entonces... habría sido muy triste."
Era un jodido loco adorablemente "raro" ^_^
No sabes como me gusta leer estas cosas...
Publicar un comentario