23 mayo 2007

Querido amigo:

Intentando aclarar mi concepto de amistad he escrito esta carta que al releerla me he dado cuenta de que es una gran herramienta, de modo que si a algún conocido se la podría enviar es porque no cumple mis expectativas.

También es cierto que “amigo” es sólo una palabra, un concepto subjetivo y personal, así que sirva lo siguiente para mostrar cuál es el mío.


Querido amigo:

Cuantos momentos hemos pasado juntos ¿verdad? cientos de horas compartiendo situaciones… mientras nosotros nos hemos mantenido juntos mucha gente ha entrado y salido de nuestras vidas pero sólo unos pocos nos hemos mantenido en contacto.

Has visto cosas de mí que jamás nadie pudo, al igual que tú me has confesado sentimientos muy íntimos. Nos hemos divertido cantidad, hemos compartido aficiones y cuando salimos de fiesta no necesitamos a nadie más para comernos la noche.

Te he defendido a capa y espada cuando te han atacado, incluso he justificado actuaciones tuyas en las que me criticabas ante terceros alegando confianza plena en ti. La gente que nos conoce no tiene la menor duda de que somos grandes amigos, grandes y viejos amigos… pero yo sí.

Muchas veces he tenido que hacer sacrificios simplemente por estar un tiempo contigo, tus problemas me han quitado el sueño… he intentado hacerte sentir que estoy cerca de ti aunque no esté presente pero veo que tu no estas.

No te siento cerca ni creo que tengas la intención de que sea así… a veces me recuerdas a los chimpancés, son capaces de hacer grandes cosas con los utensilios que tienen a mano, pero lo que no está al alcance de su vista no existe.

Haciendo memoria, y esto es lo que más definitorio para mí, nunca has sacrificado nada por mí. No necesito que sufras para mi deleite personal, pero siempre has antepuesto tu bienestar al resto.

Hemos jugado mucho, pero ahora veo que tenías las espaldas cubiertas, y a partir de ahí es cuando has entregado algo.

Después de mucho tiempo me doy cuenta de que he hecho muchas cosas bien, y sobre todo que he aprendido a ser un amigo. La gente con la que comparto mi vida lo saben, sobre todo saben que ya no pierdo el tiempo; mi pequeño circulo crece muy despacio pero con una fuerza terrible mientras que el tuyo enorme y disperso se agita ante la más leve brisa.

A veces pienso en qué pasaría si tu y yo fuésemos a una de esas guerras de las películas, en si yo fuese un capitán que tiene que elegir a varios soldados para una misión suicida… no querría que estuvieses allí, y sé que tu no querrías estar… lástima que no pongamos nuestra vida en juego a diario, no tendríamos ninguna duda de quién es y será nuestro amigo.

1 comentario:

El Chino Blas dijo...

Oye Alex, ni se te ocurra pensar que esto podría decírtelo a tí, esto no tiene nada que ver con nuestro "pequeño negocio"... pero si eres el fulano más kamikace que conozco!!! tu ya has demostrado más que suficiente para el resto de tus días. Un beso gordo.