01 abril 2008

Sanex limpiador purificador relajante tonificante hidratante protección.

A mí no me líes chato, cuando en el nombre de algún artículo, sea cual sea, aparece algo así como “pro” significa que estamos ante la versión más evolucionada, efectiva… y por supuesto cara.

Y ahí picamos todos, ya puedes tener un cochino boli en la mano, cuesta 20 céntimos más, pero pone “PRO”, uffff cómo me voy a hinchar a escribir, tiembla Hemingway. En este (y solo este) aspecto tiendo bastante a la estupidez, me suele gustar tener las herramientas de los buenos, a ver si el tío éste va a tener un cacharro que haga más cosas o mejor que el mío, ¡a santo de qué! Pero el tema ya se vuelve un tanto ridículo cuando lo que compras como “PRO” es una pasta de dientes.

Muy bien, tengo mis dientes que los quiero mogollón por eso los voy a cuidar mucho y darles lo mejor, así que me compro la pasta pro, veamos: ¿Lo de pro no viene de pro-fesional? O mejor aún, de pro-fessional? ¿Qué cojones es un profesional de la limpieza dental? Porque eso no es un dentista amigos; la limpieza diaria se la hace uno mismo y el dentista es quien se encarga de los estropicios… ya sé que también limpia, cojones, pero un mecánico después de un arreglo te devuelve el coche limpio y no por ello es un profesional de la limpieza automovilística.

Estemos muy de acuerdo o no con la parida anterior tenemos claro una cosa, nos quieren mostrar una línea de producto más cara y mejor, para usuarios avanzados… ahora bien, ¿Quién opta por la normal? ¿Quién por la pro?

1) Normal:

-Huy mira, pero si han desarrollado dos pastas diferentes! la normal es bastante bonita pero los colores del envase de la pro son más brillantes y metálicos… pero creo que no, yo en esto de la limpieza nunca he sido alguien que destacase… confundo muelas con colmillos y siempre me pringo de babas la camiseta al cepillarme… he de ser realista, no estoy preparado para una responsabilidad así, me llevaré el tubo normal, me iré a casa y me meteré en la cama a llorar por mi mediocridad.


2) Pro:

-A ver, a ver si encuentro pasta para el puto amo… uy esta qué chabacana, yo merezco algo más, mira esta… carajo quince euros! Bueno, desde luego si hay alguien que lo merezca ese soy yo.



Lo que está claro es que el ego humano es curioso, y grande, grande de cojones, y ese es el único motivo por el que existen coches de trescientos mil euros, casas con cinco piscinas y gasolina sin plomo 98; por ese “si esto existe es porque alguien lo necesita o lo merece, y no voy a ser yo menos”. El que vende se queda contento y el que compra más… o al revés, da igual.

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