20 septiembre 2009

Cosas de las que posiblemente mañana me arrepienta.

Llámalo crisis de los treinta si quieres, pero el caso es que cuando algo no va pues no va.
No sé si es eso a lo que llaman pensmiento horizontal, pero en mi cabeza cada palabra ocupa un lugar, y ya sea por semántica o por fonetica ellas se me van distribuyendo en su urbanización de palabras. Y así como en el mismo bloque viven "alimento" y "vaca", más en las afueras, en la zona de los chalets hay dos grandes palabras vecinas: "Ingeniero" y "Gilipollas". No se puede negar que ambas son palabras de muchísimo éxito, son palabras famosas que viven a todo tren, hoy "Gilipollas" tiene una fiesta en casa de "Ingeniero" donde se reunen "Embajador", "Cocaína" y demás consagradísimas palabras y mañana se van todos juntitos a pasar el día en el yate de "Follar", ¿qué mas se puede pedir?
Pues ahí las he tenido siempre, de forma inconsciente y muy unidas la una a la otra. Y poco a poco cuanto más ingeniero me siento resulta que soy mas gilipollas, sólo así me explico que vaya todos los dias a trabajar con la cabeza incrustada en el tronco pensando en a ver que mierda de día me espera hoy y, sorpresa!, por casi lo mismo que cobra un profesor de religión. Que tampoco es que tenga nada en contra de los profesores de religión, que si tienes un morro que te lo pisas o te faltan un par de meses de incubadora tampoco es culpa suya.
Lo que vengo a decir es: ¿Por qué no me salen arrugas de felicidad? yo he cumplido mi parte... mi familia y la sociedad apostaron por mi docilidad y vieron en mi el sumum de la proyección del ser humano: hacerse ingeniero. Y aunque a mí me la soplaba me tiré media vida haciendo el chorra hasta que me dieron un título. Pero el pasarme el día follando con mujeres hermosas no llegó, ni el BMW en mi garaje... ni un garaje donde meter un BMW, ni el que mis padres se sintieran orgullosos de mí, ni el que la sociedad me hiciera un hueco entre sus hijos predilectos... No entiendo. -MUNDO, SOY INGENIEROOOOOO, DAME LO MIOOOOOO.
Pero lo mio no se me dió.
Ah, claro, ya se, es que realmente el título no basta, hay que ejercer y prosperar, y entonces llegarán los yates y los chalets. Ok, invocaremos a mi docilidad y listo.
Pero, sorpresas de la vida, he seguido cumpliendo con este extraño pacto donde yo aporto mi vida y alguien que ni sé quien es me compensa con nada. Y ahora ya soy muy ingeniero, tanto que a mis padres se les llena la boca con la palabra, hay días que si les preguntan un par de veces por sus hijos...
-Qué tal tus hijos?
-Muy bien, son INGENIEROS.
...se les llena tanto la boca que se les quita el apetito y ya ni comen hasta la merienda.
Yo me siento un peón, pero con la virtud de que me paso el día sentado y al lado tengo una planta... y es entonces cuando siento mi gilipollez en toda su magnitud, la mía y la de todos los que me rodean. Algunos se regodean en su ingeniericidad, aunque hay otros que los veo con la misma cara de gilipollas que yo.
¿Y ahora que? Gran parte de mi vida y la mayor parte de la energía creativa gastada me pregunto ¿y lo mio? ¿donde está toda esa felicidad que me corresponde? porque el trato era ese. Sé docil y obtendrás toda la felicidad que un ser humano pueda albergar, pero parece ser que he sido vícitima de un extraño timo. Y digo extraño porque en todo timo hay alguien que saca tajada... pero, ¿en este? ¿a quién beneficia que yo sea un gilipollas?
Por esto considero mi deuda con la sociedad y con mis progenitores saldada, así que ahora pasaré a saldar otra deuda, la deuda que tengo conmigo, la deuda que he adquirido por haber tirado tantos años a la basura social, por acallar mis voces y mi entusiasmo.
Gracias a mucha más confianza en mí mismo por parte de otras personas que la que tengo yo voy a empezar a saldar esta deuda. Y, sinceramente, me importa ya poco que mis padres no puedan almorzar más con dos palabras de un papel que guardo en una carpeta junto a otros cientos de papeles inútiles. Todos tenemos claro que la gente que admiramos no ha dirigido sus pasos según lo que otros le hayan dicho, no han sido tan cobardes, pero aún así no salimos de la carrera de las ratas.
Pues muy bien, seguramente este sea el punto de partida de un sinfín de decepciones, pero ahora toca saldar mi deuda, la única que me importa, cada año que pasa es un barrote que se clava alrededor de nosotros y quiero que me pille en el sitio correcto, no siendo un gilipollas.
En un par de meses veremos qué pasa.
Un beso para mí, mucho ánimo y ojalá me vayan bien las cosas.

9 comentarios:

Holden Caulfield dijo...

Saca INGENIERO y mete ECONOMISTA y ete ahí la historia de mi vida.
A ver si video la manera de desgilipollarme...

El Chino Blas dijo...

Nos deseo toda la suerte del mundo. Dicen que el primer paso para salir de un agujero es saber que estas en uno. Aunque también está quien sufre por vivir en una cueva y quien se maravilla de su hogar de estilo rupestre.

Maribel-bel dijo...

Se llegas al yate, te curas de la gilipollez y follas la leche...avisa eh.No creo que estés encaminado a la búsqueda de la felicidad y reconocimiento, a través de un lindo barquito.Pero..igualmente te animo. Bicos

El Chino Blas dijo...

La verdad es que con quitarme de gilipollas me quedo contento. Con el resto estoy mas que satisfecho.
Aunque lo del barquito... mmm... aunque sea una txalupa con agujeros con un pequeño camarote donde echar una siesta... poder pescar un par de palometas pa cenar mientras compartes cervezas con un colega... ir a pasar la tarde a Cies...

Anónimo dijo...

welcome to the real world :(

Siempre tuyo.
Tirso.

El Chino Blas dijo...

Tirsatxu amoooorrrr!!!
A ver cuando das señales de vida, sinverjuensa!!

Piedras dijo...

Amen.

ISLA MARIPOSAS dijo...

¿ingeniero..? jasussss...
ojalá se le pegara algo a ZP (broma a parte)..¿qué tiene de malo ser gilipollas?.
creo que no está peleado con la felicidad... es más creo que suelen ser los más felices..

por un lado.. ser no es lo mismo que sentir (ser gilipollas no es = que sentirse gilipollas)..
por otro lado.. si te has sentido gilipollas... se deduce que no lo "eres" ¿ó no?...

creo que ingenierios ó no lo que somos es ...desencaminados..

saíu un bico..
pd. me gusta como te expresas..parece que te escucho..

El Chino Blas dijo...

Si me dices que los ignorantes son los más felices pues nada que decir, pero los gilipollas... quizá la palabra exacta que debía haber usado es "pringado" pero esa me duele más, parece que el gilipollas tiene un pequeño resguardo en ese rinconcito de ingenuidad que se le supone... Veo en ti palabras de ánimo y conciliación, muchas gracias, pero la modestia nunca fué una de mis virtudes, asi que para cuando yo digo que soy un pringao imagínate lo pringao que tengo que ser... y gilipollas un poco también.

Bicos!