26 octubre 2011

Sin mucha novedad

Hace tiempo le decía a alguien que me parece muy sano escribir, y no solo cuando se tiene algo que contar, sino también cuando no hay nada nuevo. Esto ayuda a pensar un poco en qué se está haciendo día a día, y a veces te das cuenta de que realmente estás viviendo más de lo que piensas.
Consejos vendo que para mi no tengo.
Llevo ya unos cinco meses en Amsterdam, la ciudad es más hospitalaria que la gente, en seguida te haces a sus calles y recovecos lo cual le hace sentir a uno un poco más integrado. No hay nada como conocer un atajo para sentirse experto.
La gente... pues creo que aún no puedo hablar de ello. Por los círculos en los que me muevo lo más habitual es relacionarme con extranjeros (tengo más amigos de Antigua y Barbuda que holandeses). Hay de todo, mi novia se queja de que son muy secos, pero creo que es porque está un poco quemada. Yo tengo la costumbre de presentarme con una sonrisa por delante y con amabilidad extrema, y de este modo la verdad es que casi siempre los encuentros son muy buenos.
Sigo buscando curro, pero tanto aquí como en Australia. Estando lejos de casa me siento aún más extranjero aquí que en el otro lado del mundo, por lo que voy a intentar lo imposible por irme allá en Abril. Es más, mi única motivación para encontrar curro aquí es la de poder volver allá.
Los papeleos son un poco follón y si pretendes pagar el la working visa de tu bolsillo te puedes cagar, por lo que lo suyo es ir ya contratado y que la empresa te haga los papeles... y ya si te paga el translado pues has triunfado.
Mientras tanto... pues chuminadas... chuminadas de las mías. Ahora estoy sacándome unos duros comprando navajas de afeitar antiguas, restaurándolas y vendiéndolas en eBay, manda huevos, me lo dicen hace seis meses y alucino. Hace unas semanas monté una compra conjunta de jabones de afeitar holandeses para un foro español, y la cosa ha tenido un éxito brutal, por lo que me parece que en navidades igual me lío la manta a la cabeza y monto otra con un poco más de margen a ver si me da para llevar algo al bolsillo.
El no currar es durillo, un par de semanas se llevan bien, es genial poder poner al día esas cosas que siempre se dejan de lado como ordenar las fotos, música, arreglillos en casa o en las bicis... pero poco a poco te da la sensación de que te vas cayendo de la sociedad, incluso andando por la calle te sientes diferente al resto, como viviendo en una realidad paralela donde no puedes jugar a las mismas cosas, tus preocupaciones son otras, tus intereses, tus capacidades, tus herramientas... todo es diferente. Más sencillo y claro, como ver a los animales en el zoo... pero con el sentimiento infranqueable de querer volver a la jaula con el resto de los monos.
Hoy tengo otra entrevista, hace meses era motivo de alegría pero ahora ya la ilusión se mitiga. Creo que la apuesta que hice en su día es correcta, es lo que tenía que hacer, sin embargo cada vez me cuesta más confiar en que todo vaya a salir bien.
Creo que el ser humano necesita sus dosis de éxito, para eso ayuda un buen curro, uno de esos en los que uno disfruta, también echo de menos cantar y los baños de masas, todas esas cosas le llenan a uno de energía y le permiten hacer más cosas. Quizá tenga que empezar por ahí para alimentar la rueda y conseguir mayores éxitos.
Una de las primeras cosas que voy a hacer es volver a cantar. Este domingo voy a ver un conciertillo y si me gusta pediré unas pruebas para entrar. Ahora que lo pienso, sentir cómo me aplaude un holandés tiene que ser toda una terapia.
Hecho mucho de menos los conciertos, los insufribles ensayos que al final revierten en un buen concierto, el ver a la gente conocida y desconocida reconocer tu trabajo y talento, la camaradería... es algo muy bonito que creo que todo el mundo debería experimentar una vez en la vida. Es como ser la novia de una boda pero quitándole el trauma que conlleva.

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