02 noviembre 2011

Los gritos que no son oídos acaban por perderse

Qué claras tenemos las cosas, pero qué sencillo es vivir siendo una persona honesta y cariñosa. Entonces ¿Por qué no actuamos como buenas personas? ¿todos?
El camino bueno es el más recto y visible, para los tontos es el único camino visible. Son las triquiñuelas y el buscar dobles intenciones lo que requieren un gran esfuerzo. ¿Por qué entonces acabamos en ellas en vez de, simplemente, obrar bien?
¿Qué es más fácil, decir la verdad o mentir? ¿Qué es mejor, amar y ser amado u odiar y ser odiado? ¿Que es mas honorable, actuar defendiendo unos ideales nobles u obrar en favor de un provecho pasajero y ruín?

Pues qué listo el amigo, con dos frasecitas pretende arreglar el mundo -dirá alguno- ¿acaso no es cierto? Como lo hemos oído tanto y tantas veces ya ha perdido el sentido, y cuando algo pierde el sentido nos creemos en el derecho de obviarlo completamente. Como una leve queja ante una bofetada; cuando se da la número cien parece que nos hemos ganado el derecho a interpretar el lamento como un triunfo. Como maltratar a un animal al que se ha maltratado ya tanto que se admite como normal.

¿De dónde me viene hoy todo esto? pues de un sitio un poco extraño. Desde hace un tiempo he decidido que, aunque mi coche tenga sexta, prefiero ir en quinta, no siempre más rápido es mejor si ello te impide ir disfrutando del paisaje.
Uno de los puntos en los que se ha materializado esta idea es en el afeitado, cambiando la terrible maquinilla multihoja y la espuma en bote por navajas, brochas, piedras de afilar, jabones de calidad... Las brochas más apreciadas son las de pelo de tejón, y hoy he visto un video de una práctica minoritaria pero existente en cuanto a la obtención de dicho pelo. Resumiendo: despellejado vivo.

No entiendo qué hay detrás de la crueldad con los animales. Quizá yo me haya vuelto una maricona loca, me la pela, ayer mismo atacando una plaga de chiches con vapor me sentía fatal por el exterminio realizado sobre unos insectos que cada noche salen de las grietas del cuarto para alimentarse de mi sangre. Cómo pueden dos seres de la misma especie tener sentimientos tan alejados... cómo se pasa de lamentar la muerte de una chinche a disfrutar matando un cerdo con un ladrillo?

Un apunte curioso, llevamos siglos cruzando animales para hacer mascotas, y las mascotas exitosas son aquellas que dependen del hombre. Hemos creado tan buenas mascotas que si son dejadas en libertad se mueren. Pues hay gente, y no poca, que es capaz de deshacerse de un día para otro de un ser que anhela estar con él, un ser para el que su "dueño" es lo más grande del mundo.

Si si si, todos lo sabemos... es una verdad que siempre estuvo ahí... y siempre estará. Pero parece que no merece ser tomada en cuenta. Están los chalados de los verdes, los hippiosos esos que no quieren que maten las ballenas, siempre con el mismo discursito... que si se matan bichos aquí, que si se matan allá, que si de esta especie que ni conocía ya se han acabado... y ya parece que hasta molestan inyectándonos mal rollo con sus imágenes impactantes. Si yo en mi vida he visto nada de eso ¿no? ¿por qué me dan la brasa una y otra vez con lo mismo? pues chico, que se lo digan a quien esté relacionado, que yo ni mato bichos ni decido nada...
Algo así es lo que pensamos ¿no?

No voy a extender esto a otros temas, sería muy triste, pero parece que si no nos lo cuenta una celebridad o se junta un grupo de gente guay para hacer algo en contra nos importa tres mierdas. Si lo único que hace falta es esperar... todo grito acaba por desaparecer en el vacío, por desgarrador que sea. Por qué tomar parte y hacer algo para solucionar el problema si puedo hacer que desaparezca de una forma muy sencilla: no hacer nada y esperar... y si tiene alguien que hacer algo pues serán los hippiosos esos, que para eso les pagan... o los políticos, que tienen la culpa de todo, y son unos cabrones.

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