07 septiembre 2006

Los albañiles en casa

Que entretenido tú, no tenía pensado postear nada más por hoy, no sea que se me agote la verborrea el primer día, pero no me han dejado alternativa.
Me estan cambiando las ventanas unos tipos muy majos, he de decir que lo que es quitar las viejas y poner las nuevas ha sido muy rápido y limpio, en unas 8 horas todo listo.

-Ya solo falta rematar.
-Ah, que bien oyes, pues a rematar, ¿eso como va?.
-Ná, el albañil, que viene ahora, un poco de escayola, cemento y silicona y ya te puedes hinchar a abrir y cerrar tus ventanas nuevas, te vas a pasar un finde de locura.
-mmm tendré que invitar a gente, 6 ventanas nuevas y sólo dos manos, ¿por que eres a veces tan cruel Dios mío?

Y ahí es donde está la trampa, el albañil, un hombre que para ganarse su licencia de manejo de ladrillos tiene que conseguir permanecer la jornada laboral completa con el cigarrito entre sus labios, a punto de caer, que parece que ya no ama la vida y quiere arrojarse al vacío pero su captor lo mantiene hasta que acaba consumido en cualquier inóspito lugar: en mi fregadero, una maceta o lapidado cual gato de perversión de Poe en un pegote de cemento que ya forma parte de mi hogar.
Este personaje, muy simpático la mayoría de las veces, tiene un don, una cualidad asombrosa que si tuviese alguna utilidad le volvería invencible y todopoderoso, y es que genera su propio polvo señores, allá por donde va deja nubecitas de polvo como los personajes de Ibáñez.

-Señor albañil, ya sé que se está moviendo, no necesita ese tipo de artificios para mostrarme su dinamismo.
-eh,... si majo.

Cansado de tanta suciedad he decidido comenzar a limpiar la casa, y por curiosidades de la vida, en estos momentos nos encontramos Gregorio (el albañil), Manu (jefe del tinglado) y yo en el salón. Uno liándose a ostias con la pared, otro sentado en mi preciosa butaquita tapizada en piel de vaca dormido y roncando (juro por lo más valioso que tengo, mis nuevas ventanas, que es cierto) y yo, lleno de polvo hasta las cejas y escribiendo esto, mas silencioso que una cripta llena de mimos (como diría mi amado Guybrush) intentando no despertar a Manu y tener que hablar de fútbol, tema del que no tengo ni puta idea ni me interesa lo más mínimo.

-Jodé ayer la selección.
-Puff si, la selección, desde luego siempre igual eh?, vaya selección que tenemos, mucho bla bla y luego nada.
-A mí el Aragonés nunca me gustó.
-El Aragonés, Luis Aragonés, vaya, si es que se veía venir.

Lo curioso de todo es que se están formando ciertos lazos afectivos entre nosotros, la convivencia es lo que tiene.

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