10 mayo 2007

Pero qué cutres que somos los tíos.

Mogollón, las tías mucho más ¿eh?, pero nosotros no nos quedamos cortos.
Ayer mientras estaba tirao en la playita con mi compañero de "operación bikini" Ekaitz, me acordé de una curiosa historia que ilustra a las mil maravillas tal afirmación; así que corriendito la voy a dejar aquí antes de que el alzheimer la borre de mi mente pa siempre. Ahí va.

Me cuesta mucho precisar la edad que tendría yo entonces, calculo que estaría recién pasado el parvulario más o menos, suficiente para que la semilla de la cutrez masculina comenzase a germinar y causar estragos en mí.
El verano estaba ya muy cerquita, hacía mucho calor así que mi indumentaria habitual constaba de camiseta y bañador... un bañador terriblemente feo pero que me gustaba mucho por lo fresquito que era, y es que a parte de ser tirando a cortito no tenía forro, yo se lo había arrancado en un ataque de espíritu libertario.

El caso es que mi amigo y fiel compañero Luis estaba haciendo algún recado para su familia, así que yo aproveché el momento para, en el recreo, ir a una zona del patio donde había arena (y en ella gritones de huevos de lombriz) a recrearme en construcciones variadas mientras meditaba sobre los asuntos que me atormentaban (a saber). Estando yo así sentado sobre el borde de aquella piscinita de arena, mientras filtraba las piedritas que quedaban atrapadas entre mis dedos, escucho una desagradable voz que escupe risas y algo ininteligible.

Tardé un buen rato en volver de mi viaje astral y cuando llegué me encontré a una niña por quien yo sentía un precioso profundo y sincero odio infantil señalándome con el dedo mientras gritaba no se qué babosadas. Pregunto qué sucedía, ya que como no era uno de los tontos de clase no comprendía por qué se reía de mí, así que la jovenzuela baja su dedo acusador hacia mi virginal cilindrín mientras grita:

-Te he visto un huevo, te he visto un huevo!!!!!




¡¡Horror!!

Dios mío, qué vergüenza, aquella aquerosa niña se había asomado a lo más recóndito de mi intimidad y me había visto un huevo, esos huevillos que con tanto celo guardaba para la mujer que me arrebatase el corazón... maldita zorrita que has robado mi virginidad testicular!!!....

¿Qué iba a hacer yo?, pues mucho no se me ocurría la verdad, así que lo negué mil y una veces, pero se la veía tan firme en su afirmación que nada podía hacer por ese camino.
...
pensando
...
pensando + cutrerío masculino naif.
...

-A ver, si lo has visto... ¿Cómo era?
-Pues así.

Resulta que la niña separa sus dedos indice y pulgar para indicar el tamaño de mi supuesto huevo derecho... y lo que veo me deja atónito... en el hueco que dejaba entre sus deditos se podría encajar con facilidad una naranja, de las hermosas... ¡¡¡pedazo huevo para un crío!!!





-Siiiii, es así de grande y todo lleno de pelo.
-(Gracias Dios).

De entonces tener los huevos enormes y peludos como cocos me parecía de lo mas viril así que reaccioné rápidamente.

-...mmmm psi, vale, me has visto un huevo, me da igual, soy un hombre (según tú soy más bien un yeti semental).

Así que allí se levanta la criatura y se pone a correr como alma que lleva satanás... eso sí, pasando por todos los grupitos de niñas gritando y señalandome con una mano mientras con la otra mostraba tódo lo que sus deditos podían dar de sí...
Por supuesto mi rostro mostraba cierta aflicción, pero mi corazón bailaba claqué.

Llegamos a clase después del recreo, entro cabizbajo así que un amiguete se acerca para interesarse por mí.

-¿Pasalgo?
-Ná, en la arena, que Tatiana me ha visto un huevo.
-Jojo.

Otro que va corriendo donde la niña que publicaba mis atributos... algo hablan... la boba se sigue riendo pensando que me está hundiendo en la miseria... levanta la manita... le muestra mis dimensiones... y la cara de Rodrigo se convierte en un precioso poema.

Cutrerío sobre cutrerío, durante una temporadita gocé de respeto y adoración sobre mis amigos, eso sí, nunca hablando de mis huevos... el caso es que en las niñas no se manifestó de igual forma... me evitaban, pero eso me gustaba.
Temed mis enormes y peludos huevos pequeñas, temedlos porque en cuanto bajeis la guardia allí estarán, chapoteando en vuestra sopa o sobre la cama, enfundados en los vestiditos de vuestras muñecas, sonriendo, listos para saltar sobre vosotras y mancillaros...

4 comentarios:

El Dentista Poliglota dijo...

Me molesta de sobremanera lo fácil que me pones el considerarte un ser odioso, pedante, cargante... seguramente bobo, simple, soso... ¿he dicho ya pedante?
Qué cojones me cuentas tu mierda de infancia?
¿No crees que ya esta muy visto el tema este de las historietas con ciertas puntillitas que denotan todo lo chachiguay que eres? por que a chachi no te gana nadie chaval.
Oye, por cierto, tu madre mogollón de orgullosa no? ya dirás que tipo de perversión se anida en tu mente para mentarla en cuanto tienes oportunidad. Un tal Edipo se sacó los ojos... venga ánimo, sorpréndenos con alguna divertida mutilación y luego lo cuentas en tu rinconcito de las miserias.
Con afecto: uno que no da tanto asco como tú.

El Chino Blas dijo...

Querido amigo:
como ya deberías saber por considerarte amigo mío (manda huevos), este "rinconcito" como tu bien dices, lo utilizo precisamente para apuntarme esas cosas que no quiero olvidar, ya que me parece muy triste el haberlas vivido y enterrarlas en el olvido por falta de movimiento, así que como mi vagancia innata me haría imposible el cumplir con el compromiso de un diario utilizo esto como algo similar. Podría soltarte los muy machacados "si no te gusta no entres" o similares pero casi prefiero saber que sigues ahí, y que te revuelvo las tripas, que sufres la maldición de ser igual de gilipollas que siempre y que en una preciosa relación materno-filial ves una perversión... así eres majo.
Que soy chachi? por supuesto, el más; cómo si no podría estar rodeado de gente tan increíble como tú?
Espero que no tengas mucha intención de recuperar lo CDs tuyos que tengo, a mi hurona le encantan y me es imposible negarle un capricho.
Besitos variados chatín.

El Dentista Poliglota dijo...

No puedo comprender cómo puede caber tanta sabiduría en un sólo ser humano, muchas gracias por tus lecciones de honradez y saber hacer, tú que has sido lo más sucio a lo que puede llegar un ser humano ahora te has convertido en el hijo pródigo... vuelve a nosotros pequeñín, que nos juntaremos todos para darnos besitos almibarados.
Dime, ahora en serio, ¿realmente hay alguien que te soporta en persona?
No sé qué cojones de personaje te has creado para Dios sabrá qué intenciones, y ahora vives en él encasillado por propia voluntad y sin posibilidad alguna de evolución (con evolución quiero decir "dejar de ser imbécil"). Pues nada chico, se te ve agustito cual cerdito en el barro,tú mismo.
Hasta tienes los cojones de incluirme en tu historia para dar luz sobre todo lo humano que eres... ilúminame señor mío, hazme el favor de seguir existiendo y hacer de este mundo un lugar mejor.

El Chino Blas dijo...

si